Cuando hablamos de dientes naturales, damos por sentado que el respeto del ancho biológico es fundamental para la estabilidad de los dientes a largo plazo. Los implantes actuales en el mercado parecen haber olvidado la necesidad de recrear un espacio biológico similar al ancho biológico, que permita el respeto de la cresta ósea (contacto hueso-implante) y el mantenimiento de los tejidos blandos. Prama, mediante un diseño único, incluye el tornillo para la osteointegración y el cuello cóncavo convergente con microsurcos, para la integración en los tejidos blandos.
Con estas nuevas formas, somos capaces de cambiar las reglas del juego, permitiendo la formación de un espacio biológico estable entre la corona/abutment y los tejidos duros y blandos circundantes, reduciendo el riesgo de periimplantitis y asegurando el mantenimiento del implante a largo plazo, tanto desde el punto de vista funcional como estético.